Si vives con un gato, seguramente lo has visto hacer un gesto muy particular: mover sus patitas delanteras como si estuviera amasando pan. Este comportamiento, conocido como “amasado”, es uno de los más tiernos y característicos de los felinos. Pero, ¿alguna vez te preguntaste por qué los gatos amasan?
El origen en su infancia
El amasado tiene sus raíces en la etapa de lactancia. Cuando son cachorros, los gatitos presionan suavemente el vientre de su madre con sus patitas para estimular la salida de la leche. Este movimiento, asociado al calor y a la seguridad, queda grabado en su memoria como un gesto de bienestar.
Una muestra de afecto y comodidad
En la adultez, los gatos siguen amasando, no porque busquen alimento, sino porque reproducen ese recuerdo de placer y seguridad. Cuando tu gato amasa sobre ti, una manta o incluso tu ropa, lo más probable es que esté expresando que se siente relajado, protegido y en confianza.
Marcar territorio con ternura
Otra razón por la que los gatos amasan es porque en sus patitas tienen glándulas que liberan feromonas. Así, al presionar con sus almohadillas, dejan su “sello personal” en el lugar o persona donde están, reforzando su sentido de pertenencia.
Un gesto que reconforta a ambos
Aunque a veces pueda doler un poco si tu gato saca las uñas mientras amasa, recuerda que es una de las formas más puras que tiene para mostrar cariño. Permitirle hacerlo sobre ti fortalece el vínculo emocional y te conecta con ese lado más instintivo y tierno de tu mascota.
